Ford Anglia, creado para “competir”
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27-10-2010 | Iván Bethencourt Betancor
Siempre me han fascinado los coches clásicos, pero en especial aquellos que se crearon en la década de los cincuenta. Esa década fue, tal vez, una de las más importantes de la historia del automóvil porque los fabricantes se abrían a un nuevo mundo de innovación, recursos y oportunidades que supuso el periodo post guerra de la segunda contienda mundial. Y en lo que a diseño de automóviles se refiere, supuso también la oportunidad para aquellos creativos e idealistas del lápiz, que aprovecharon una oportunidad única para los tiempos que corrían.
Así pues, el periodo de 1950 a 1960, se convirtió en uno de los más creativos y provechosos de la industria del automóvil y prueba de ello es la innovación tecnológica y los nuevos conceptos que hemos disfrutado y heredado las generaciones posteriores.
De todo aquel movimiento, que me atrevo a llamar “de ensueño”, destacan marcas y modelos como el Mercedes 300SL Gullwing de 1954; el Chevrolet Corvette de 1953; el Ferrari 250 GT de 1959, o el Jaguar XK120 de 1950, entre otros. Sin embargo hoy quiero centrarme en un coche de esa misma década pero que aunque no pertenece al Club de los coches de ensueño, por el contrario representa el sueño de muchos conductores europeos que aspiraban a un coche innovador y asequible. Me refiero al curioso y singular Ford Anglia, único fruto del Centro de Investigación de Ford Europa en Birmingham a finales de los cincuenta.
El Anglia 105 era un pequeño utilitario que fue presentado en el Salón del Automóvil de Londres de 1959 y que se mantuvo en producción hasta 1967. En el diseño del Anglia destacan dos elementos que marcan su identidad: Sus aletas traseras en forma de cola, al más puro estilo norteamericano de la época, y la luna trasera en ángulo opuesto. ¿Un utilitario con aires de grandeza, quizás? No, nada de eso. El Anglia es la consecuencia de encargar el diseño a Elwood Engel, un diseñador de otro continente, un diseñador con una visión del automóvil diferente a los gustos europeos.
Engel entró en General Motors como estudiante y fue alumno de Harley Earl, el maestro y Director de la escuela de Diseño de GM. En sus años de estudiante coincidió con algunos alumnos que, años más tarde, serían reconocidos diseñadores de automóviles de la época como Joe Oros (a quien se debe el Ford Mustang) y George W. Walker (Jefe de Diseño de Ford Motor Company), entre otros. En 1947 George W. Walker, consigue un contrato con Ford Motor Company y lograr integrar en su equipo, bajo el beneplácito de la compañía, a sus amigos Engel y Oros, con los que además coincidió en el ejército durante la II Guerra Mundial.
En la primavera de 1955, Walker es nombrado Vicepresidente de diseño y nombra a Engel y Oros como sus más inmediatos colaboradores dentro del equipo directivo de diseño. A nuestro personaje y padre del Anglia, se le encomendó el desarrollo y diseño de la nueva imagen en las marcas Lincoln y Mercury, donde contribuyó de manera notable a la tendencia de grandes carrocerías en las que los cromados se imponían. En este periodo, y por decisión del Presidente de la Compañía en aquellos años, Robert S. McNamara, Engel se encarga de la remodelación del modelo Thunderbird, añadiendo otras dos puertas y dos asientos más al exitoso descapotable Thunderbird. Esto dio pié a la creación del Lincoln Continental que muy pronto se convirtió en un gran éxito que permitió que la marca se salvara de la desaparición.
A finales de los cincuenta Ford tiene la necesidad de triunfar en Europa, pero algunos modelos del viejo continente, como el Volkswagen Escarabajo, impiden que esto suceda y la dirección de la Compañía encarga a Engel, (en esa época había sustituido a su amigo Walker como máximo responsable de diseño en la marca) el diseño de un utilitario capaz de competir con los modelos europeos. Es, entonces, cuando junto a su equipo crean el Anglia, pensado para Europa, pero con una inconfundible imagen norteamericana.
Uno de los detalles que contribuyeron al éxito de nuevo modelo fue su motor de cuatro cilindros con válvulas en cabeza y 997 c.c.; y que incorporaba la primera caja de cambios, manual de cuatro velocidades de Ford. Dicho eje motriz fue el elegido por muchos equipos de competición, llegando a crearse una Fórmula o Copa de iniciación en el mundo de la competición. En 1962 y con Engel fuera de la Compañía, se presentó la versión familiar y el motor de 1.200 c.c. y la caja de cambios sincronizada.
Elwood Engel fue fichado en 1961 por Chrysler como Diseñador Jefe de la Compañía, donde permaneció hasta su jubilación en 1973 y se mantuvo como consultor un año más. El 24 de junio de 1986 Engel murió tras una larga y cruel enfermedad.
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