A finales de 1984 me contó mi compañero y amigo Alfonso Troya Guerra que se presentó un joven con chanclas y pantalón corto en la exposición de la calle Muelle de Las Palmas junto al Parque de San Telmo con una bolsa en las manos. En esos días exponíamos en una rampa junto al escaparate los extraordinarios Renault 5 Turbo 2. El personaje en cuestión al ver que nadie se levantaba para atenderlo alzó la voz desde la puerta y preguntó: - “Niño. ¿Cuánto vale ese coche?”, a lo que Alfonso y Manolo Sánchez “El Peninsular”, respondieron desde sus mesas de trabajo: - “2.450.000 pesetas”. En ese momento, el visitante lanzo hacia una de las mesas una bolsa y dijo: - “Pues vete contando el dinero en lo que yo voy a ver el coche…” –
Mis compañeros se quedaron de piedra al no imaginar que aquel joven era un cliente potencial.
Lección que aprendimos todos.
1 comentario:
CIERTO ES QUE FUE ASI,CREO QUE NOS DEMOSTRO QUE LAS APARIENCIAS ENGAÑAN.
NO SE SI TE ACUERDAS DE OTRA ANECDOTA MUY GRACIOSA,PARA NOSOTROS CLARO,PARA EL PERSONAJE EN CUESTION SEGURO QUE NO.
ESTABAN DESCARGANDO LOS PRIMEROS R-25 CON SINTETIZADOR DE VOZ,Y CUANDO AQUEL OPERARIO SE INTRODUCE EN EL COCHE,02,00 HORAS A.M.Y DE REPENTE LE HABLA EL COCHE DICIENDOLE
QUE EL NIVEL DE CARBURANTE ESTA EN RESERVA.EL HOMBRE NO LO DUDO,SALTO DEL COCHE DICIENDO QUE HABIA ALGUIEN DENTRO Y QUE LE ESTABA HABLANDO Y VASILANDO.NO CORRIA NA,LA LECHE.,NOSOTROS ,TODAVIA,MAS NOS REIAMOS,HASTA QUE YA PUDIMOS EXPLICARLE LO QUE ERA.PERO AUN ASI CADA VEZ QUE LE TOCABA SUBIR MIRABA DE REOJO EL INTERIOR DEL COCHE.
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