lunes, 25 de marzo de 2024

 Patrick Le Quément, referencia ineludible en el diseño europeo

Rechazó una oferta de BMW para unirse a Renault en la primera mitad de los 80

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27-04-2011  |  Iván Bethencourt Betancor





Ahora que se han cumplido dos años desde su jubilación, quiero contarles parte de la trayectoria profesional de Patrick Le Quément, el que durante años fue el Jefe de diseño de Renault, y que a su vez es considerado uno de los mejores jefes de diseño de automóviles. Tuve la ocasión de conocerlo en el Mondial de L´automobile Paris del año 2000 (Salón del Automóvil de París) 


Como ha sucedido con muchos de los grandes del diseño, Le Quément tiene partidarios y detractores, y estos últimos, los detractores, hablan siempre de la radicalidad que saca de contexto a algunas de las últimas creaciones de este afamado diseñador. Controlar la evolución del diseño e imagen de una compañía automovilística no es precisamente una tarea fácil porque las soluciones estilísticas dependen irremediablemente de la ingeniería, la vocación de la marca, las inversiones, los objetivos de ventas, el precio final, con lo que el resultado final puede no ser el esperado.


Nacido en Marsella en 1945, Le Quément se crió en el Reino Unido, porque a los doce años de edad, su padre que era un prestigioso médico fallece muy joven, lo que motiva a su madre, británica de nacimiento, refugiarse en su familia al verse sola en Francia con sus hijos aún en edad escolar. En Inglaterra es, por tanto, donde acaba sus estudios y logra licenciarse en Diseño de Producto en el Instituto de Arte y Diseño de Birmingham. Una vez acabados sus estudios, su primer contacto con el mundo del automóvil vino de la mano del constructor francés SIMCA en el año 1966 y donde solo estuvo dos años hasta que recibió una oferta de Ford para trabajar como diseñador. Es en Ford donde Patrick Le Quément empieza a dar a conocer su estilo, que con los años se convertiría en un referente en el sector. Uno de sus primeros éxitos fue el diseño del Corcel II y posteriormente el Taunus Cortina. A comienzos de la década de los 80, diseñó el camión Ford Cargo, uno de los camiones más innovadores y atractivos que siempre me llamaron la atención y que desgraciadamente no se comercializó en nuestro archipiélago. El Cargo destacaba, fundamentalmente, por sus abultados pasos de rueda. En 1982, una vez incorporado al estudio de diseño de la marca en Düsseldorf, crea el Ford Sierra. 







Como no podía ser de otra manera, su traslado a la capital del automovilismo mundial (Detroit) fue inevitable, lo que le sirvió para conocer las entrañas de la marca y, sobre todo, contactar con las tendencias y gustos de un mercado, el norteamericano, muy diferente al europeo. Ya en EEUU, e inmerso en una de las principales compañías del mundo, recibió la llamada de Carl Hahn, quien por aquellos años era el presidente del grupo Volkswagen, y la persona que le propuso entrar a formar parte del grupo, con el atractivo de liderar y crear un centro de diseño avanzado en Europa, algo que le atraía, pues volver a casa era algo que tenía en mente desde el día en que tuvo que trasladarse a EEUU. Su estancia en la marca alemana duró apenas cuatro años y de esos años de trabajo entre Colonia, Dusseldorf y Wolfsburg, nos queda el diseño del Golf III.


La experiencia y el trabajo realizado en Alemania hicieron que BMW le hiciera una oferta como Jefe de Diseño antes de concluir la primera mitad de la década de los 80. Justo cuando se disponía a realizar la mudanza de su casa a Munich, recibió la llamada de Raymond Levy, presidente de Renault, quien tuvo la corazonada de que Le Quément era la persona capaz de devolver a la marca del rombo el atractivo de unos diseños que redundarían en un aumento de las ventas, que por aquellos años pasaban por uno de sus peores momentos en la historia de la marca. Volver a Francia y salir de Alemania le sedujo tanto que en el último momento declinó la oferta de BMW, quienes no acogieron de buen agrado el cambio de opinión de la persona elegida para el diseño de los BMW de los años sucesivos.


Cuando Patrick Le Quément entra en Renault llega con la experiencia y el grado de mando que le permite imponer a la presidencia la necesidad de cambios estructurales tales como que el departamento de diseño no reporte al de ingeniería sino directamente a la presidencia, algo que Levy, mentor de Le Quément en la marca francesa, acepta incondicionalmente y lo designa, posteriormente (1987) en vicepresidente de diseño corporativo. 


Esta primera etapa, comprendida entre 1987 y 1994, es denominada “Del estilo al diseño”. Hasta la llegada de Le Quément, los diseños de la marca francesa eran desarrollados por consultores externos como Marcelo Gandini o Giorgieto Giugiaro, limitándose el personal de Renault al trabajo de restyling de los modelos existentes.


La segunda etapa se inició en el año 1995 y concluyó en el 2001. Este periodo coincide con el de la globalización y es donde más concept cars desarrolló la marca con una identidad bien definida. Es también, en este periodo, donde se fomenta el concepto monovolumen que tiene sus inicios con el Espace de finales de los 80 y aparecen modelos como el Twingo, Megane, Kangoo, Laguna, Scénic o los extravagantes Avantime y Vel Satis. 








Con la fusión de las marcas Renault y Nissan, Patrick Le Quément asume también la responsabilidad del diseño de la marca japonesa, lo mismo que con la incorporación de Dacia al grupo francés. En su trayectoria profesional se lamenta de no haber podido diseñar un Alpine y curiosamente se siente muy orgulloso del diseño del Dacia Sandero.


En el año 2002, fue galardonado con el premio de diseño Lucky Strike y en la actualidad disfruta de una jubilación dedicada al diseño de barcos de recreo y a dar charlas por el mundo, siempre relacionadas con el diseño de automóviles. Recientemente ha editado su biografía denominada “De Simca a Renault”.


Es, desde hace años, miembro de la Academia Europa de Excelencia Automotriz.


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